El Banco de España no cree a las entidades financieras: habrá fusiones este año
El baile de fusiones bancarias se ha detenido antes de comenzar debido a las dificultades de los partidos políticos para formar Gobierno. No obstante, en el seno del Banco de España se considera que las primeras operaciones de concentración se producirán este año, en contra de lo apuntado por los presidentes de las entidades que, por tamaño, son las potenciales compradoras.
Fuentes financieras cercanas al Banco de España indican a OKDIARIO que el mensaje lanzado por los directivos bancarios en las comparecencias que han realizado para presentar los resultados del pasado año, en relación con el posible aplazamiento del proceso de concentración, “forma parte del juego”, ya que “nadie quiere enseñar sus cartas antes de tiempo”.
Tanto el presidente de BBVA, Francisco González, como la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, se postulan para ser la punta de lanza de este baile de fusiones. Las fuentes consultadas apuntan que el organismo supervisor cree que habrá fusiones este año, algo que se confirma desde el seno de la entidad.
González ha dicho públicamente que espera que las operaciones comiencen a producirse “en dos o tres años” pero, preguntado por este diario tras la presentación de resultados de la entidad, confesó que “en cualquier momento se puede presentar una due dilligence”, que es el primer paso legal para comprar una entidad. “Todo dependerá de las necesidades y la urgencia que tenga cada uno”, indicó el presidente de BBVA.
Por su parte, Botín ha admitido en una carta enviada a los trabajadores para explicarles el nuevo plan estratégico de la entidad, que el Banco Santander puede participar en este proceso de concentración. Compras que serían “a pequeña escala” y en los países donde opera. Uno de ellos, el principal, es España.
La tercera entidad que puede ser compradora es Caixabank. Su presidente, Isidre Fainé, dijo el pasado enero que su entidad “no tiene ninguna negociación de fusión en marcha”. Lo que no implica que no esté buscando posibilidades para no quedarse fuera del baile de fusiones, un proceso en el que podrían participar bancos extranjeros, lo que sería visto con buenos ojos por parte del Banco de España, tal como avanzó OKDIARIO.
La caída de la capitalización de las entidades españolas, que acumulan un desplome conjunto en Bolsa cercano al 20% desde que comenzó el año, es, al mismo tiempo, un elemento catalizador del proceso y que frena al mismo. “Algunos bancos están muy baratos en Bolsa y se pueden lanzar OPAs que antes saldrían muy caras, pero los compradores también están sufriendo la caída de las cotizaciones”, explican las fuentes consultadas.
La concentración ha sido reclamada por Bruselas, con el objeto de crear al menos tres grupos financieros fuertes en España. Antes de las elecciones generales existía un acuerdo tácito entre los bancos para no comenzar el proceso sin que se despejara la incógnita electoral. Ahora, tras los resultados, se han aplazado las conversaciones hasta conocer qué coalición será la que gobierne el país los próximos años.
Toda fusión debe tener el respaldo del Banco de España y, en el caso actual, hay un actor en el baile de fusiones que depende directamente del Estado. Se trata de Bankia, entidad que ha sido parcialmente nacionalizada tras la inyección de 22.000 millones de euros de dinero público. Fuentes del Banco de España indican a OKDIARIO que el encargado de decidir el futuro de la entidad es el Gobierno, a través del FROB, y que el organismo supervisor “no tiene nada que decir” en la venta del 64% del capital que obra en manos del Estado.
Aunque no todos los partidos políticos quieren que el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri vuelva a manos privadas, ya que Podemos quiere usar Bankia para lanzar un modelo de banca pública similar al puesto en marcha en la etapa de las cajas de ahorros, que llevó a la quiebra a varias entidades obligando al Gobierno a pedir asistencia financiera a la Unión Europea.
En cuanto al resto de bancos que pueden ser comprados debidos a su tamaño y a su baja capitalización bursátil destaca el caso del Popular, que está en el punto de mira de varias entidades, entre las que destaca el Santander, y que puede ser adquirido por unos 4.750 millones de euros, más la correspondiente prima de emisión, en una eventual OPA.
El otro banco que está en las quinielas es Sabadell, que tiene una capitalización de 8.050 millones de euros. Aunque primero habrá que integrar a las entidades financieras conocidas en el sector como los “siete enanitos”: Abanca, Liberbank, Unicaja, Ibercaja, Kutxabank, BMN y Bankinter.